sábado, 15 de noviembre de 2008

El Guión: Apertura de la historia.

Son varias las cosas a tener en cuenta a la hora de sentarse a escribir una historia.


Hay quien dice que 'se debe tomar a los personajes de la mano y llevarlos firmemente hasta el final.' Y también hay quien declara 'Si la heroína no quiere enamorarse del príncipe, hazle caso; de lo contrario, la harás infeliz a ella y serás infeliz tú.'


O sea que esto también es cuestión de opinión, como tantas otras cosas.





A mi juicio, se debe tener un poco de ambas posturas. Por una parte, las mejores historias que he escrito tenían claramente señalado desde un principio adónde queríamos llegar. Por ejemplo, en La Piedra de Rhem, yo ya sabía que pasábamos por una casa llena de trampas mágicas y finalmente salíamos a través del patio del Pozo encantado.


Pero, por otra parte, al novelar el guión, encontré que la historia 'no quería' terminar allí, y me exigió (Nadruk y Sagraz me exigieron) que continuara unos capítulos más. Fue muy interesante. Varios personajes aparecieron durante la reescritura y uno de los capítulos más fascinantes es el de Nadruk perdido en el laberinto de letras del pergamino encantado. Me encantó esa escena.


De nuevo, para encontrar el guión, deben remitirse a www.scribd.com/doc/517947/La-Piedra-de-Rhem-guión y para la novela, www.geocities.com/eldesvan2009/Libreriamuestras/PiedraRhem.





En cuanto al inicio de cualquier guión, en general la historia se divide en tres partes.





1. Una situación de equilibrio inicial. Aunque la historia de inicio en el momento exacto de la ruptura de dicho equilibrio, y aunque esta etapa culmine apenas pasadas 10 o 20 páginas del libro, es necesario prestar atención al background de los personajes. Esto nos dará pie para toda clase de referencias posteriores, lo que le da consistencia a la historia.

2. Una situación de conflicto. La situación de conflicto o crisis consiste básicamente en una serie de pequeños episodios que sumandos generan una situación-sin-salida. Cuanto más desesperante sea para los personajes, más interesante se vuelve la novela.

3. Una resolución. Por alguna extraña razón, de la cual Tolkien también habla por boca de sus personajes, todos esperamos que los personajes hayan aprendido algo al culminar sus aventuras. De manera que el equilibrio restaurado al final no puede ser exactamente igual que al principio de la novela. Si bien nadie pide un cuadro comparativo ni un antes-y-después, el lector lo espera, y si los personajes no han aprovechado la aventura para crecer nos sentimos invariablemente decepcionados.

Abordaremos estas cuestiones con mayor profundidad en los próximos artículos, pero antes de generar un background para los personajes deberíamos pensar un poco en ellos, quiénes son, qué quieren, por qué nos han llamado a escribir su historia y prestarles un poco de voz...
Hasta la próxima.

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